martes, 31 de mayo de 2016

El diablo en La Palma de nuestras manos

Volver después de 15 años a La Palma, esa isla tan llena de vida y belleza, ha sido un regalo extra que acompañaba a todas las experiencias que hemos vivido en este viaje, corto pero intenso. El diablo y yo nos marchamos tres días y volvimos siendo otros.
Gracias a la amabilidad de las instituciones palmeras pero sobre todo al empuje y la iniciativa de Juan Calero y los asistentes al I Encuentro de Escritores Félix Francisco Casanova, disfrutamos de presentaciones, recitales, charlas y mucha amistad entre escritores que se leen y se admiran, entre amigos encontrados en el camino con la compañía de un barraquito "con todo"...
Y así empezó el viaje, el viernes 20 de mayo, con una charla sobre el joven escritor palmero en el Instituto Alonso Pérez Díaz, situado en la capital, lleno de estudiantes que conocían o conocían poco la figura de Félix. Fueron las estudiantes las que más preguntaron por él, y recordé que en sus diarios decía que las chicas le perseguían: las cosas han cambiado tanto, ahora le buscan más con admiración y curiosidad que por coqueteo.


La tarde continuó con la presentación de El diablo se esconde en los detalles en la Real Sociedad Cosmológica de Santa Cruz de La Palma, lugar emblemático para mí como historiadora y bibliotecaria, donde pude disfrutar de la compañía de los numerosos escritores que aparecen en la imagen. Leer textos propios, con el desnarizado Cervantes a mi siniestra, fue bastante inquietante pero muy ameno. Seguidamente pudimos disfrutar del recital de poetas invitados y residentes, donde voces como la de Juvenal Machín me dejaron una profunda huella. Fue un acto maravilloso en el que las letras vistieron una ya exquisita colección bibliográfica.  

Finalmente el sábado pudimos viajar a Los Llanos de Aridane, atravesar el túnel de la cumbre y viajar en el tiempo hacia una extensión verde que lo cubría todo, como nunca habíamos recordado olvidar. Fue un día lleno de letras emocionadas y agradecidas, de amigos y mucha literatura de aquí y de allá, de Cuba, de Tenerife, de La Palma y de Gran Canaria, de todos los lugares desde los que viajamos hacia este I Encuentro de Escritores Félix Francisco Casanova. Sabía que sería un evento especial, por Félix, por la isla, pero no imaginaba que El diablo y el otro diablo de ojos verdes y letras marinas me ofrecerían una experiencia parecida. Lo mejor siempre está por llegar y a veces podemos saborearlo el tiempo justo para recordarlo siempre.

                                                     



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